CANCIÓN SIN NOMBRE.
"Decid cuando yo muera. Y el día esté lejano!:
Soberbio y desolado, lúbrico y turbulento,
De mortales deliquios en tinieblas insaciado,
Era una llama al viento.
Vagó, sensual y libre, por las islas de América.
En los pinos de Honduras vigorizó el aliento
En Méjico hubo impulsos de ardor y rebeldía
Y libertad y fuerza. Era una llama al viento.
De simas no sondadas subía a las estrellas.
Un gran dolor humano vibraba por su acento.
Fue sabio en su delirio, y humilde, humilde, humilde,
Porque no es nada una llamita al viento.
Y supo cosas lúgubres, tan hondas y letales
Que nunca humana lira jamás esclareció,
Y nadie aun ha medido su afán y su lamento.
Era una llama al viento y el viento la apagó."
Porfirio Barba Jacob
No hay comentarios:
Publicar un comentario