jueves, 27 de enero de 2011

Cita con la música

La imagen mas conocida de Verdi

Giuseppe Verdi 
Giuseppe Fortunino Francesco Verdi (La Roncole, Busseto, 10 de octubre de 1813 – Milán, 27 de enero de 1901) fue un compositor romántico italiano de ópera del siglo XIX, el más notable compositor de ópera italiana y puente entre el belcanto de Rossini, Donizetti y Bellini y la corriente del verismo y Puccini. Fue autor de algunos de los títulos más populares del repertorio lírico, como los que componen su trilogía popular o romántica: Rigoletto, La Traviata e Il Trovatore y las obras maestras de la madurez como Aida, Don Carlo, Otello y Falstaff.


Rigoletto


Melodrama en tres actos con libreto de Francesco Maria Piave, a partir del drama “Le roi s’amuse” de Victor Hugo, que se estrenó en París el 22 de noviembre de 1832. La ópera se representó por primera vez en el Teatro La Fenice de Venecia el 11 de marzo de 1851





Del Acto V



RIGOLETTO



(a Gilda che avrà tutto osservato

ed inteso)

E non ti basta ancor?



GILDA

Iniquo traditor!



DUCA

Bella figlia dell'amore,

Schiavo son de' vezzi tuoi;

Con un detto sol tu puoi

Le mie pene consolar.

Vieni, e senti del mio core

Il frequente palpitar.



MADDALENA

Ah! ah! Rido ben di core,

Ché tai baie costan poco;

Quanto valga il vostro giuoco

Mel credete, so apprezzar.

Sono avvezza, bel signore,

Ad un simile scherzar.



GILDA

Ah, così parlar d'amore

A me pur l'infame ho udito!

Infelice cor tradito,

Per angoscia non scoppiar.

Perché, o credulo mio core,

Un tal uom dovevi amar?

 (En español)

RIGOLETTO


(A Gilda que lo ha visto

y oído todo)

¿No tienes suficiente?...



GILDA

¡Malvado, traidor!



DUQUE

Bella hija del amor

soy esclavo de tus encantos;

una sola palabra tuya,

puedes consolar mis penas.

Acércate y oye

el rápido latir de mi corazón.



MAGDALENA

¡Ja, ja! Me río de tus galanterías

pues las palabras cuestan poco...

Créeme se apreciar

el valor de tus halagos.

Estoy acostumbrada, bello caballero,

a este tipo de requiebros.



GILDA

Esas mismas palabras de amor...

¡el infame, me las dijo a mí!

Mi pobre corazón engañado

no te rompas de dolor

¿Por qué, corazón crédulo,

amas a un hombre de esta clase?

No hay comentarios: