domingo, 1 de agosto de 2010

Cita de la semana

"Para que una obra espiritual pueda tener sin demora una incidencia amplia y profunda, ha de existir una secreta afinidad, cierta armonía incluso entre el destino personal de su autor y el destino universal de su generación. Los hombres no saben por qué consagran una obra de arte. pese a no ser, ni mucho menos, conocedores, creen descubrir en ella cientos de cualidades para justificar tanta aceptación; pero la verdadera razón de sus favores es un imponderable: es simpatía".
Thomas Mann, "La muerte en Venecia".

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