"Una pausa prolongada y surgen preguntas. Dan vueltas y producen ecos en la mente. Son mudas, no cruzan las barreras de la voz. Los muros a su alrededor las encierran, reforzados con el paso del tiempo. Ese tirano no perdona ni olvida. Sólo existe el ahora, el presente. El pasado es sombras, frases, memoria borrosa. El futuro: figuras de niebla, bruma del porvenir, incertidumbre completa. La única verdad es que no hay verdad absoluta.
Soy un lento vaivén, un oleaje. recorro mis huellas, cometo el mismo error...La repetición como castigo y base del infierno. Mi existencia se forma, vive y se alimenta de ecos.
Por momentos creo ser una reververación entre las paredes del templo de los dioses, una nota fugitiva, una palabra. ¿Qué palabra seré?..."
Aida Herrera Soto.